La mejora de los procesos, así como su digitalización, han sido y son aspectos necesarios en la búsqueda de competitividad de las empresas. Pero esta necesidad es más patente aún en la crisis económica que vivimos si queremos que nuestras compañías puedan avanzar en su productividad y competir en un entorno complejo y cargado de incertidumbre.
Perspectivas económicas y estrategias a corto plazo ante la crisis
Los empresarios españoles lo confirman en el cuarto sondeo “La empresa española ante la COVID-19”, realizado por KPMG en colaboración con la CEOE. En él se recoge la visión de los directivos de empresa sobre las perspectivas económicas y las estrategias a seguir para los próximos doce meses. Se revela también la repercusión que ha tenido la pandemia sobre el empleo.
El impacto de la crisis no ha sido simétrico sino diferenciado según sectores. Aquellos que requieren de un mayor contacto con el cliente como el turismo, el ocio y el sector de la automoción, son los que han recibido mayores efectos negativos.
Los países que, como el nuestro, presentan una estructura económica con mayor presencia de este tipo de actividades se han visto más afectados por la crisis, además de las fallas y oportunidades de mejora del sistema productivo.
Por lo tanto, la recuperación de las empresas se prevé que avance a distinto ritmo según el sector y, también, su tamaño. Será fundamental que éstas analicen en qué fase de la recuperación se encuentran para poder adoptar medidas eficientes y recobrar el crecimiento lo antes posible.
Será fundamental que las empresas analicen en qué fase de la recuperación se encuentran para poder adoptar medidas eficientes y recobrar el crecimiento lo antes posible
Las fases de la recuperación de las empresas ante la crisis
El informe identifica cuatro fases:
1. Reacción
La suspensión de la actividad productiva supone aún un desafío para los planes de continuidad de las compañías. Éstas han tenido que adoptar medidas de tipo laboral, financiero, comercial y operativo para mitigar el impacto inmediato de la crisis y garantizar su supervivencia.
Algunas de las medidas supusieron aplicar ajustes, sobre todo en las inversiones (51% de las empresas sondeadas), en los costes de producción y en la plantilla (el 49% de ellas en ambos aspectos).
La gestión de la liquidez en la empresa ha pasado a un primer plano. Se ha revisado el plan de contingencia, cuantificado las necesidades de tesorería y actualizado dinámicamente las previsiones de cash flow a corto plazo. Las nuevas necesidades de financiación externa han requerido preparar un informe de contingencia y solicitud de la búsqueda de financiación que mostrara la situación económico-financiera de la empresa (tanto la previa como la posterior a la declaración del estado de alarma) así como las previsiones futuras en este contexto. Y que incluyera la presentación y explicación de la naturaleza y cuantía de las necesidades financieras.
A pesar de que con carácter general las entidades financieras han solicitado una información mínima de la situación de las empresas para tramitar las solicitudes de financiación, aquellas cuya situación financiera y/o de solvencia fuera más comprometida, o que pedían un importe considerable, han tenido que justificar adecuadamente la solicitud conforme a un plan económico-financiero realista.
2. Resiliencia
Los resultados del sondeo muestran que los empresarios tienen previsto enfocar sus estrategias en optimizar las operaciones:
- El 60% de ellos establece la mejora de los procesos como una prioridad
- El 59% asegura que llevará a cabo medidas de reestructuración operativa
- Para el 45% de los empresarios es prioritario el lanzamiento de nuevos productos y servicios
Otras prioridades estratégicas apuntadas por los empresarios son:
- Reforzar la sostenibilidad, el 34% de los encuestados
- Dotarse de nuevas habilidades profesionales, el 31%
- Reforzar controles internos para prevenir irregularidades, el 29%
- Apuesta por la innovación y la tecnología disruptiva, el 28%
- Expansión y crecimiento internacional, el 18 %
La adopción de una solución Supply Chain Finance o SCF ocupa un lugar relevante dentro de la apuesta por las tecnologías disruptivas de innovación financiera para mejorar la productividad y rentabilidad de la actividad. El SCF permite optimizar la gestión del circulante y de los flujos de efectivo de la cadena de suministro, mejorando también enormemente la eficiencia del pago de facturas a proveedores.
Las finanzas de la cadena de suministro necesitan un cambio real de los modelos convencionales, y conviene que sus directivos puedan entender mejor cómo las tecnologías financieras ayudan a optimizar los pagos a proveedores, con tesorería propia o financiando dichos pagos de forma rentable.
Para ello, nada más asequible que adoptar nuestra solución SCF. Para utilizar BilliB no existen barreras tecnológicas ni económicas.
Las finanzas de la cadena de suministro necesitan un cambio real de los modelos convencionales y entender mejor cómo las tecnologías financieras ayudan a optimizar los pagos a proveedores, con tesorería propia o financiando dichos pagos de forma rentable
Las empresas necesitan más que nunca soluciones para fortalecer su situación financiera y sus operaciones en esta fase de adaptación. El 59% de las que participaron en el sondeo anticiparon que realizarán reestructuraciones operativas. El 29%, refinanciarán la deuda y el 25% fortalecerán sus alianzas estratégicas. El SCF también apoya este último aspecto, pues fomenta la confianza y que se establezcan relaciones estratégicas con los proveedores.
3. Recuperación
De forma gradual y asimétrica, las empresas irán recuperándose, si bien la mayoría de los empresarios sitúa la recuperación más allá de 2021.
Cuando concluya ese proceso, las empresas se habrán preparado para desarrollar plenamente su actividad en un nuevo escenario, habiendo tomado medidas para cambiar el modelo productivo español. Casi dos tercios de los empresarios, el 65%, destacan la necesidad de incrementar la inversión en I+D y el 59%, fomentar la digitalización. Y más de la mitad, el 51%, considera que sería necesario reformar el sistema educativo.
4. Nueva realidad
La nueva realidad requiere adaptación de las habilidades y cualidades de los empleados de las empresas, y mejora de los procesos y metodologías, para poder responder a los cambios en el comportamiento y preferencias de los clientes tras la pandemia.
Los empresarios señalan sobre todo tres palancas que incrementarán la competitividad en la nueva etapa:
- Incrementar la productividad, medida indicada por el 58% de ellos
- Aumentar la inversión en innovación y la digitalización, por el 56%
- Fomentar la formación de los empleados, por el 45%
En relación con el comportamiento de los clientes, el 66% de los directivos encuestados señalan que un factor determinante será la seguridad y la salud. Así como otros criterios como el precio, que señala el 54% de los encuestados, y la confianza, el 59%.
Concluimos con una cita a modo de resumen, que tomamos del sondeo citado:
Las empresas deben evaluar los riesgos que puedan afectar a la gestión de compras y operaciones en los distintos escenarios que plantea la nueva realidad con el fin garantizar la integridad y trazabilidad de sus procesos. Asimismo, deben ser capaces de identificar a sus proveedores críticos con los que deberán construir relaciones más colaborativas y resilientes (Alfonso Junguitu, Socio responsable de Turnaround, Transformación y Supply Chain)
Leave a Comment