Antecedentes
Decir SCF (Supply Chain Finance) significa situarnos en un entorno tecnológico donde el uso de instrumentos financieros y la colaboración entre proveedores y clientes, socios de la cadena de suministro, y terceros financiadores, producen sinergias que permiten optimizar la gestión del circulante y la liquidez de las empresas.
Las primeras soluciones SCF se desarrollaron a principios del año 2000. Las grandes entidades financieras ofrecían programas de reverse factoring (confirming) a través de sus plataformas, como una extensión de sus servicios bancarios. Entonces, solo los utilizaban grandes compañías y un número selecto de sus principales proveedores. Es lo que ha pasado a conocerse como: SCF o financiación de la cadena de suministro tradicional.
Antes de la crisis financiera, a causa del desarrollo de la tecnología y la globalización de la economía, había ya muchos bancos y algunas empresas fintech que ofrecían programas de financiación de la cadena de suministro, aunque su impacto en el entorno empresarial era todavía limitado. Fue en los años posteriores cuando, al hacerse notar las consecuencias de la crisis y enfocarse la gestión financiera en la optimización del circulante y la gestión del riesgo, creció el interés por la financiación de la cadena de suministro y los programas de SCF. Si bien, los bancos que ofrecían plataformas de financiación SCF se dirigían, igualmente, tan solo a grandes empresas y a sus principales proveedores, buscando mitigar riesgos y obtener más beneficio del servicio que ofrecían.
BilliB, única compañía SCF española
Sin embargo, a medida que evoluciona el mercado, se van introduciendo nuevos agentes en el sector. Sobre todo desde 2012, cuando penetran empresas de tecnologías financieras ofreciendo soluciones innovadoras que, además, ya no apuntan solo a las grandes compañías sino a organizaciones de cualquier tamaño. Al igual que en otros ámbitos, un factor que ha contribuido a la democratización de la tecnología es la llegada de plataformas en la nube basadas en SaaS (Software as a Service) y de funcionalidad expandida, que siguen evolucionado en un escenario abierto a la innovación. Un ejemplo es la maduración de la solución SCF que ofrece BilliB. Los modelos actuales de SCF son:
- Plataformas SCF de descuento dinámico: permiten realizar acuerdos de pronto pago entre comprador y proveedor, aplicando el descuento mediante una operativa online, de forma proporcional a los plazos exactos en que se realizan las operaciones. Estas soluciones permiten así la planificación y control de la tesorería, y también mayores rendimientos
- Plataformas SCF híbridas: ofrecen a las empresas compradoras la posibilidad de utilizar tanto su propio efectivo como el de terceros para financiar su cadena de suministro. Son nuevos escenarios de financiación del circulante (working capital) donde se da cabida a entidades financieras
El conocimiento de estas soluciones no está lo suficientemente extendido en el mercado todavía. Y en concreto tampoco lo está el que tienen los directores financieros sobre las soluciones SCF y los grandes beneficios que pueden proporcionarles: rentabilidad, liquidez y colaboración responsable entre clientes y proveedores.
Beneficios para las empresas
El principal beneficio del uso de soluciones SCF es permitir a las empresas optimizar el capital circulante y la gestión de tesorería. Explicamos de forma muy breve cómo lo hacen:
Si una empresa utiliza una plataforma de SCF tradicional, la institución financiera ofrece financiación al comprador, de manera que éste puede ofrecer el pago anticipado, en su nombre, a sus respectivos proveedores a cambio de un descuento por dicho pronto pago. Ya no es la institución financiera la que negocia las condiciones de pago, ni quien financia a sus proveedores, sino que lo hace su cliente, en un ejercicio de responsabilidad social financiera y de desintermediación bancaria. Con ello, las grandes compañías reducen el DPO (periodo medio de pago a proveedores), a la vez que rentabilizan su tesorería para cumplir con los pasivos a corto plazo y las salidas de efectivo. El coste de financiarse para sus proveedores a través del programa SCF es más asequible del que podrían obtener ellos.
Un beneficio del descuento dinámico para empresas compradoras con efectivo disponible es que toda la operación puede ser autofinanciada. Es también una oportunidad de rentabilizar al máximo su tesorería, porque los rendimientos obtenidos a través del descuento dinámico de facturas son tan altos o más, que lo que podrían generar a través de oportunidades de inversión alternativas y, además, están libres de riesgos. Esta solución SCF permite planificar el DPO, reduciéndolo a la vez que se incrementa el EBITDA. Por otra parte, las empresas inyectan liquidez en sus cadenas de suministro y contribuyen a reducir el DSO (periodo medio de cobro) de sus proveedores.
La potente solución SCF que BilliB pone en manos del director financiero combina en un mismo espacio pronto pago y financiación de la empresa compradora a sus proveedores, permitiendo la gestión completa y sencilla de la propuesta de pronto pago, del descuento dinámico, de la financiación de proveedores (que la empresa compradora hace a través de fondos propios, de sus derechos de cobro de clientes, o de Bankia) y del pago final. Como Agente de Dinero Electrónico homologado por el Banco de España, BilliB utiliza cuentas de dinero electrónico en su operativa, permitiendo a las empresas realizar pagos inteligentes, instantáneos, gratuitos y trazables (smartpayments). BilliB, además, amplía la solución de la cadena de suministro a todas las cadenas de proveedores, una verdadera Supplier Chain Finance que permite optimizar las ofertas de descuento y los pagos.