Las soluciones SCF (Supply Chain Finance) permiten a las empresas hacer uso de la tecnología para introducir innovación en la gestión del circulante. En concreto, transformando la rigidez en flexibilidad en la gestión de los plazos de pago a proveedores y aprovechando las sinergias de integrar la innovación en una gestión eficiente de la tesorería. El resultado se traduce en la optimización de la gestión del circulante.
El informe SCF Barometer, que comentamos en un post anterior, muestra los resultados del estudio de mercado realizado por PwC y la comunidad internacional Supply Chain Finance Community. El informe desvela que el motivo principal de las empresas para implementar una solución SCF, es optimizar circulante.
Las soluciones SCF además de optimizar la disponibilidad de efectivo dentro de la cadena de suministro y su coste, logran que las empresas compradoras dispensen liquidez a sus proveedores, en un ejercicio de responsabilidad social financiera, al tiempo que rentabilizan su tesorería. El citado informe constata que, tras la motivación de optimizar circulante, los otros dos intereses principales para las empresas son la liquidez de los proveedores y la mejora de las relaciones con ellos, como socios comerciales.
Cómo optimizar la gestión del circulante
La gestión del circulante se refiere, por una parte, a la gestión de los activos circulantes o a la inversión en bienes de explotación que permanece en la empresa menos de un año (el disponible o tesorería, las existencias, el realizable y los activos financieros disponibles para la venta); y por otra, de los pasivos circulantes o recursos para financiar las inversiones en activos circulantes que son exigibles a un año (los créditos comerciales, la financiación ajena y el factoring).
El CFO o Director financiero debe tomar decisiones acertadas sobre los activos y pasivos circulantes (que afectarán al cash flow) para lograr, con el nivel adecuado de capital circulante, la máxima rentabilidad de esa inversión en activos corrientes, así como el menor coste de las fuentes de financiación utilizadas, de forma que exista una rentabilidad neta positiva en el corto plazo.
Quizá, la primera medida que se plantee el CFO es gestionar el aumento de las ventas para obtener mayores ingresos, u obtener ingresos financieros por la venta o rendimiento de las inversiones a corto plazo.
Pero hay otras formas de incrementar la rentabilidad neta a corto plazo:
- Optimizando la gestión de ingresos y gastos. Por ejemplo, tomando decisiones sobre la cartera de clientes, a partir de la información de su gasto medio de compra y de los costes implicados en satisfacer sus necesidades. O bien, minimizando los costes de financiación del circulante
- Gestionando el inventario para minimizar costes
- Gestionando el cash flow operativo y, en concreto, el cobro a clientes y el pago a proveedores, que determinan las diferentes posiciones de tesorería
Soluciones SCF (Supply Chain Finance), nacidas para optimizar la gestión del circulante
La innovación que aportan las soluciones SCF (Supply Chain Finance) para optimizar la gestión del circulante y de la liquidez en la cadena de suministro es, por una parte, la flexibilidad. Los CFOs y los Directores de compras pueden amoldar a sus necesidades la gestión del descuento por pronto pago, mediante la fórmula del descuento dinámico y obtener mayor rentabilidad. Por otra parte, también es nueva en el mercado la desintermediación en la financiación a los proveedores , anticipándoles el pago de las facturas descontadas. Ha llegado el día en que son las empresas compradoras solventes y no los bancos, las que financian a sus proveedores e inyectan liquidez en la cadena de suministro.
Hay más novedades si se pretende optimizar la gestión del circulante. Por ejemplo, las soluciones SCF otorgan la máxima flexibilidad para planificar el pago a proveedores, no de forma aislada sino integrándolos en la gestión de tesorería, de forma que incrementen la rentabilidad que obtengan por anticipar pagos. La rentabilidad será máxima si las empresas financian los pagos de las facturas anticipadas, con sus excedentes puntuales de tesorería. Las empresas pueden salir de la rigidez de la regla general de maximizar el DPO, para optimizar la gestión del periodo medio de pago a proveedores, y obtener de ello rentabilidad.
BilliB también pone a disposición de empresas y profesionales la desintermediación en la gestión de los pagos de las facturas descontadas, y su liquidación automática y completa. Con ello, el CFO adquiere un control total de la tesorería y puede planificar los pagos de forma óptima, decidiendo a qué proveedores, cuándo, cómo y por cuánto quiere realizar los pagos anticipados.
En definitiva, las soluciones SCF, y BilliB como la única solución SCF española, permiten a las empresas gestionar de forma óptima sus balances para administrar tanto el suministro como las ventas. Consiguen optimizar la gestión del circulante -convirtiendo en un activo las facturas a pagar-, mejorar los ratios financieros de maduración, liquidez y endeudamiento y optimizar el cash flow.